¿Cómo podríamos pensar mejor?
En este informe se expondrán
propuestas presentadas por científicos y pensadores, en una reunión llevada a
cabo en el sitio Edge.org, a partir de la pregunta que se les planteó: “¿Qué
podemos hacer para pensar mejor?”
Pensar es una de las acciones más
importantes que ejecutamos en nuestra vida cotidiana, así como también estamos
experimentando constantemente situaciones o sensaciones que nos resultan
placenteras y otras que no. Antes de tomar una decisión contemplamos dos posibilidades: triunfar o fracasar. La mayoría de la gente se
aterroriza frente al fracaso,pero ciertamente los seres humanos aprendemos de
nuestros errores y el hecho de fallar, tal como sostiene Kelvin Kelly, el autor
de “La virtud de nuestros errores”, no es más que el primer paso de acceso al
conocimiento.
Por otro lado, otra de las ideas
propuestas por Nicholas Carr expresa que en algunas ocasiones tenemos lapsos o
lagunas mentales dado que recibimos numerosa cantidad de información que viene
de diferentes lados simultáneamente, y nuestro cerebro estás capacitado para
retener solamente siete piezas de información al mismo tiempo, según afirma el
psicólogo George Miller. Se le llama “carga cognitiva” a la cantidad de datos
que ingresan a nuestro conocimiento en cualquier instante; y cuando esta se
“sobrecarga” ,nuestra capacidad intelectual se ve afectada. Por esa razón, Carr
sostiene que deberíamos intentar concentrarnos únicamente en lo que estamos
haciendo, dejando de lado los otros fragmentos de información que están latentes
en nuestra conciencia.
Asimismo, partiendo de la conocida
frase “Uno para todos y todos para uno”,
y Matt Ridley sostiene que “El éxito
humano es enteramente un fenómeno de redes”, es decir, que la inteligencia
colectiva es mucho más competente que la individual. Uno de los argumentos en
los que se basa esta teoría es el siguiente: en un grupo de gente, cada una de
las personas podría especializarse en un aspecto. Luego los resultados se
comparten e intercambian, logrando así un mejor resultado del que hubiera
rendido un solo individuo.
No obstante, Clifford Pickover ,
autor del texto “Pensamiento caleidoscópico”, plantea que si dos o más personas
coinciden en la misma época y tienen conocimientos acumulados, podrían tener la
misma idea o el mismo descubrimiento al mismo tiempo. A su vez, el sociólogo de
la ciencia Robert Merton indica que “todos los descubrimientos científicos son
en principio múltiples”. Es decir que
todos los descubrimientos son pensados por muchas personas, pero generalmente
no todas ellas lo desarrollan.
Por último ,se desarrollará cómo
nuestro cerebro cambia y se adapta a las nuevas cosas. Por ejemplo, la idea de
que la evolución de herramientas que le sirven al hombre lo modifican y
viceversa. El cerebro se transforma con esas herramientas y también por ellas,
ya que su forma de vida varía una vez que tiene la herramienta necesaria.
En adición, teniendo en cuenta la
plasticidad de nuestro cerebro, podríamos tomarnos la libertad de diseñarlo
según Don Tapscott. En otras palabras, lograríamos “fortificar” los aspectos
que más nos gustarían ejercitándolos día a día; y el área de nuestro cerebro
encargada de hacer esta tarea, crecería.
Ahora bien, las redes sociales y las
tecnologías no son neutrales y no solo su contenido y uso determinan su impacto
. Así lo señala Rushkoff en su informe
“Mirar no es ver” , donde explica que no siempre somos conscientes de cómo las
nuevas tecnologías influyen en nuestras vidas , por lo que no tenemos control
sobre ellas, y las aceptamos, dejando que estas modifiquen nuestra cultura y
forma de vida.
En conclusión , se desplegaron
diferentes teorías sobre cómo podríamos manejar nuestra mente para orientarla a
ser más eficaz. Muchas de las hipótesis han sido comprobadas por lo que si intentáramos
aplicarlas en nuestra vida, ¿Lograríamos pensar mejor o tan solo conocernos
mejor?
Excelente, Maca.
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