problema de la violencia. No es ni bueno, ni malo,
es un
medio que depende de cómo cada uno
lo use: puede ser
positivo para nuestra causa,
que sería la liberación y
la equidad, y puede ser muy negativo para nuestra
causa
si se utiliza de manera contraria.
¿Cómo te afecta el hecho de trabajar con la vida
de personas
con problemas?
No estamos todos los días igual las personas.
De cualquier manera, cuando estudiamos estos
temas tenemos un aprendizaje que
tiene que ver con
una distancia de no ponerse demasiado cerca del que sufre.
Si
estás muy “pegadita” no podes ver nada, ni tampoco si estás muy “lejos”
como
para que no te afecte nada de lo que le pase.
Hay que buscar una
distancia, y esa
distancia se va construyendo con los años
de entrenamiento y
trabajo. No es una cosa instantánea. Y
tenemos también lo que llamamos
“supervisión”: alguien con mayor
experiencia que está mirando los procesos de
cambio que estás
trabajando con esa mujer y que te ayuda a lograr
la distancia correcta, cuando estás muy ”pegado” o muy “lejos”
e ir
equilibrando.
¿Qué políticas o estrategias pueden implementarse
para
prevenir estas problemáticas sociales?
Hay una ley que es la 26.485, que es la ley más nueva con
respecto a la equidad de género y es la que nos da el
marco de trabajo. Esa ley la aplica el Consejo Nacional de
las Mujeres a nivel nacional y desde ahí surgen todas las
políticas públicas en función de la equidad de género.
Las organizaciones de
la comunidad que, de abajo hacia arriba
generamos cambios o percibimos parte de
eso,
enlazamos
por un lado la política
que viene de arriba hacia abajo, pero
por otro lado lo que la gente haga y le
pida a sus gobernantes
para que la
traduzcan en una política.
“Pero hay que desterrar
el tema de que somos la mitad
de algo.
Ese es el mensaje, fundamentalmente para las chicas”
¿Quisieras agregar algo
más sobre este tema?
Quiero contar que hay un mito, una creencia equivocada
que es el “mito de la media naranja” que tiene que ver
con que tanto las mujeres como los varones, sintamos que somos
la mitad de algo, la mitad de una naranja, y que juntos vamos
a poder formar una naranja entera. Si seguimos creyendo eso,
cuando hay una ruptura en la pareja, en el noviazgo principalmente,
”la mitad”, ya sea la mujer o el varón, se sienten como que no va a
poder seguir solo y se va a ir por un abismo, va a sentír que le falta
alguien que lo equilibre, que lo compense. Porque está en la cabeza
la idea de que somos la mitad de algo. Tenemos que ir teniendo
ideas nuevas, tanto varones como mujeres, que tengan que ver con
la “naranja” entera”, que somos una integridad, la mujer y una otra
integridad, el varón. En tal caso esas dos personas enteras se unen
en un proyecto común de vida, que podría ser un noviazgo para ver
si funciona una futura familia. Pero hay que desterrar el tema de que
somos la mitad de algo. Ese es el mensaje fundamentalmente para las chicas.
Excelente, Maca! Felicitaciones por haber alcanzado con tanto éxito este nuevo desafío!
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